El final de julio resultó ser extremadamente volátil para los mercados de capitales. Agosto se considera tradicionalmente un mes problemático e impredecible para las finanzas y los activos; no obstante, el comienzo del mes puede permitirnos hacer una pausa y aclarar nuestros pensamientos.
El comienzo de la última semana de julio parece totalmente inesperado: el euro ha renovado sus máximos de dos años mientras que el oro ha alcanzado su máximo histórico. ¿Lo que sigue?
Este largo invierno, el problema del coronavirus se ha vuelto cansador de hecho, sin embargo, los inversores siguen planteándolo, provocando fuertes fluctuaciones del mercado. Es probable que la nueva semana de febrero deje el catalizador en vigor.